La Anunciación del Señor a los ojos de Murillo

Hoy celebramos la Solemnidad de la Anunciación del Señor.

Basado en la cita bíblica, Lc 1, 26-38 y desarrollado ampliamente en los llamados evangelios apócrifos de la Infancia, el anuncio de la Encarnación del Hijo de Dios por parte del ángel Gabriel a María es uno de los temas iconográficos más difundidos en el arte cristiano, siendo la primera representación conocida el fresco de la Catacumba de Priscilla, en Roma, del siglo III.

De Murillo conocemos varias versiones de esta escena, de las que dos se encuentran en Sevilla: la que realiza hacia 1665-1666 para el Convento de los Capuchinos, hoy en el Museo de Bellas Artes, y la que se conserva en la Iglesia del Hospital de la Caridad, fechable alrededor de 1670.

La Anunciación del convento de los Capuchinos

La primera se encontraba en el retablo colateral de la Capilla mayor, en el lado del Evangelio y se distingue de otras versiones sobre todo por el gesto de la Virgen: no junta las manos con la cabeza bajada, sino que mira con sorpresa hacia el ángel con las manos abiertas. Según el franciscano del siglo XV fray Roberto Caracciolo da Lecce, que estudió y clasificó los gestos de María en el pasaje de la Anunciación, la Virgen en esta pintura aparecería en el momento denominado conturbatio, es decir el correspondiente a Lc 1, 29: “Ella se turbó grandemente ante estas palabras”. De igual manera el ángel no está arrodillado en tierra como en las demás versiones, sino sobre una nube. La composición se divide en dos registros, diferenciados por la diagonal que forman el brazo del ángel y la paloma del Espíritu Santo: el terrenal donde se encuentra María que aparece arrodillada ante un reclinatorio de madera y el celestial, donde se sitúa el arcángel y un rompimiento de gloria con el Espíritu Santo entre nubes con angelitos, y que prácticamente llena todo el cuadro. Es destacable en esta obra el tratamiento de detalles como la vara de azucenas de Gabriel, el libro abierto que sostiene la Virgen o el canasto de la costura que aparece en primer término, en el que se puede distinguir unas tijeras e incluso la aguja con el hilo.

La Anunciación de la iglesia de San Jorge

La Anunciación de la Caridad se encuentra en un retablo del muro del Evangelio y no fue realizada para este Hospital, sino que fue donada en 1683. En ella Murillo repite el esquema utilizado en varias versiones anteriores, pero podemos destacar la belleza del arcángel, así como el gesto humilde de María, con las manos entrecruzadas sobre el pecho. Según el ya citado fray Roberto Caracciolo, este gesto correspondería al momento denominado humiliatio, es decir, el que acompaña a las palabras de Lc 1, 38: “He aquí la esclava del Señor”. Destacar igualmente cómo se relacionan las dos figuras, de una manera más íntima que en el de los Capuchinos.

Antonio Rodríguez Babío (Delegado diocesano de Patrimonio Cultural)

Post relacionados