Centro Miguel de Mañara: casa y familia

En el Centro Miguel de Mañara viven 41 personas sin hogar que han encontrado en este lugar una casa y sobre todo, una familia

Como todas las casas de las Hijas de la Caridad, el Centro Miguel de Mañara,  también es una casa abierta de par en par. Una casa donde se ofrece acogida y apoyo, donde se da una familia a quien hace mucho que no la tiene.

El Centro Miguel de Mañara es uno de los centros en el que prestan su servicio las Hijas de la Caridad  de la Provincia España Sur.  Está situado en el barrio de la Macarena de Sevilla y en él se atienden desde hace más de 20 años a personas sin hogar.

La idea de crear este centro surgió de varios colectivos sociales en 1995 tras comprobar que había un grupo cada vez más numeroso de personas que vivía en la calle sin ninguna atención. Desde el principio las Hermanas colaboraron y apostaron por su mantenimiento. Hoy son ellas, a través de la Asociación Familia Vicenciana, quienes trabajan en este centro de acogida.

44 personas comparten su vida en el Centro Miguel de Mañara

En el centro Miguel de Mañara conviven de forma permanente 41 personas que han llegado aquí cada una con su propia historia pero con un punto común, haber vivido  en la calle. Algunos lo han hecho por un tiempo más o menos largo, por razones distintas, pero todos han llegado con la soledad como gran compañera.

A lo largo de los años ha ido cambiando el perfil de las personas sin hogar, en un principio este centro era el último recurso para quienes ya había poca solución de mejorar, pero a lo largo de los años el Centro ha ido modificando sus objetivos, potenciando la recuperación de la persona, reconstruyendo la autoestima, potenciando su dignidad y ayudándoles a  conseguir esa oportunidad que la vida les ha negado.

“La experiencia nos dice que es difícil que estas personas salgan de la calle pero no es imposible. Hay historias de éxito y de superación que nos empujan a seguir trabajando” nos dice Sor Magdalena. Ella es directora de este centro y tiene un amplio historial de ayuda en diversos proyectos de las Hijas de la Caridad a lo largo de su vida. En pocas palabras Sor Magdalena nos acerca una realidad que está lejos de nuestro día a día pero que  existe. “La tenemos muy cerca, sólo hay que saber y querer mirar desde el corazón, por eso este es un lugar para la esperanza”, nos explica Sor Magdalena.

Eloy, 59 años y cinco en la calle

Es a esa esperanza de futuro a la que se aferra Eloy que en poco tiempo nos resume cómo ha sido su vida y porqué acabó en la calle. Tiene 59 años y ha estado cinco de ellos sin un techo en el que cobijarse. “Algunos errores se pagan caro y yo me quedé en la calle. Un amigo me habló de las Hermanas y después de muchas vueltas llegué hasta aquí”.

Nos dice que está “agradecido y feliz” porque tiene un techo y sobre todo porque tiene quien lo escuche.

La visita al Centro Miguel de Mañara nos permite también conocer a José Ángel, tiene 52 años y nos habla con seguridad y optimismo. Él lleva 4 meses con las Hermanas, llevaba 3 en la calle pero era la segunda vez en su vida que terminaba durmiendo en un banco “Ahora mismo estoy muy bien, físicamente he mejorado mucho y mi objetivo ahora es salir de aquí y afrontar una nueva vida”,  nos dice y se nota que está convencido de lograrlo.

Un equipo formado por trabajadores sociales, psicólogos y monitores lo ayudan a alcanzar su objetivo.

Programa “Ola de frío”

Además de estas 41 personas que tienen un acogimiento permanente,  el centro Miguel de Mañara también atiende a otras personas del programa Ola de frío. Este es un servicio que pone en marcha el centro cada invierno y que este año es distinto por culpa de la pandemia.

Hasta ahora de este  acudían  personas que vivían en la calle y que eran acogidos para cenar, ducharse, cambiarse de ropa, pasar la noche para  volver a la calle al día siguiendo después de desayunar.  Ahora el riesgo de contagio de coronavirus impide que se les pueda permitir entrar y salir cada noche, por lo que se ha optado por atender a un menor número de personas, para poder respetar la distancia mínima.

Ahora son 15 las personas que se acogen a este programa pero que permanecen las 24 horas.

Junto al centro ubicado en la Macarena la Comunidad de Hermanas también atiende a otros cinco pisos  ocupados, algunos de ellos, por personas que antes estaban en el Centro Miguel de Mañara y con los que se trabaja en una mayor autonomía  antes de independizarse completamente.

Otros pisos se dedican a mujeres en situación muy  vulnerable  que proceden de programas de inmigración, de trata o de violencia de género.

“Los pobres son mi peso y mi dolor”

“Los pobres son mi peso y mi dolor”, decía San Vicente de Paúl, una frase que entiende a la perfección Sor Magdalena y que vive en su día a día.

En esta casa todo se comparte, las alegrías y las penas, los problemas, las decepciones, y sobre todo la soledad de no tener una familia o un brazo en el que apoyarse. Es quizás ese apoyo moral, ese acompañamiento el que más agradecen quienes pasan por el Centro Miguel de Mañara. “Cada persona lleva su propia mochila y es una mochila llena de problemas que nos transmiten, que compartimos, que nos afecta y que nos duele en el alma”.  La vida de los que están aquí es nuestra propia vida.

Las personas sin hogar no son estómagos vacíos, son personas y no es sólo comida lo que necesitan. La comida es lo primero o lo último, pero en medio está la dignidad que merecen. Por eso hay que escucharlos, animarlos, valorarlos y que no sean invisibles”. Esa invisibilidad para muchos, dicen quienes viven aquí que es lo que más duele.

¡COLABORA!

La Fundación DEPAUL de las Hijas de la Caridad colabora con el Centro Miguel de Mañara y busca recursos para que puedan seguir atendiendo a personas sin hogar con los mejores medios posibles.

Si quieres colaborar con las Hijas de la Caridad puedes hacerlo en la página web www.fundaciondepaul.es .

También puedes hacer un Bizum con una aportación desde 1 euro. El código de la Fundación es el 01776.

Contigo todo es posible.

¡Gracias por ayudarnos a mantener las obras sociales de las Hijas de la Caridad!

TEXTOS E IMÁGENES:
BEATRIZ GALEANO Y ESTHER BARRASA

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