Un columpio rosa

Esta semana una escena que se ha visto en todas las televisiones me ha llamado la atención. Hemos podido ver niños jugando en un columpio rosa colocado en el muro que el gobierno de Estados Unidos ha construido para proteger su país de los migrantes.

El Papa Francisco ha dicho que los muros aíslan a los que los construyen. El citado columpio lo ha diseñado un arquitecto americano y permite a niños, algunos hermanos, separados por el muro jugar juntos ante la atenta mirada del ejército americano. Un columpio rosa se balancea en el desierto haciendo un poco feliz a niños en un desierto perdido entre Estados Unidos y México. ¿Dónde están los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas?

Deberíamos meditar en Europa, y también en España, qué estamos haciendo con esos niños que intentan sobrevivir alcanzando un continente que no los quiere. ¿Les pondremos columpios rosas en nuestras playas?

Nuestro Arzobispo, D. Juan José Asenjo Pelegrina, en la revista Iglesia en Sevilla, correspondiente a la última semana de julio, escribió Contemplativos en la acción, un documento que, como todo lo que nos escribe, deberíamos leer y llevar a la práctica. Nos dice el Arzobispo de Sevilla, Betania es hoy para los cristianos símbolo de hospitalidad, de acogida al hermano que llega cansado y roto, triste y hundido por el sufrimiento, la soledad, la enfermedad o la pobreza. Betania es símbolo de apertura y servicio.

¿Qué es lo que los cristianos no hemos entendido de la apertura y el servicio cuando los que pueden cambiar las cosas no hacen suficiente y permitimos que las cosas sigan así? ¿Qué actitud individual tenemos, y manifestamos, con los migrantes?

Para Don Juan José Asenjo Pelegrina, Betania es símbolo del equilibrio entre la acción y la contemplación. La contemplación, mirar en el interior y hacia Dios, nos debe conducir a la acción. También manifiesta el Arzobispo que Jesús nos invita a realizar en nuestra vida una síntesis armoniosa entre acción y contemplación. Nos recuerda también nuestro Arzobispo que San Ignacio de Loyola, al que recordamos el 31 de julio, hablada de ser “contemplativos en la acción”. Oración, trabajo y acción en nuestra vida, en un mundo que precisa cambios urgentes. ¿Nos conformaremos con ver a los niños jugar en un muro que divide columpios de color rosa?

Foto: COPE