¿Por qué las Primeras Comuniones suelen celebrarse en mayo?

En muchos de los países occidentales los niños suelen celebrar su Primera Comunión durante los meses de abril, mayo o junio. Pero esta tradición es relativamente nueva y única en el rito romano de la Iglesia católica.

En los primeros siglos del cristianismo, los tres sacramentos de la iniciación cristiana -el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía- siempre se celebraban juntos. Esto significaba que adultos, niños y bebés recibían los tres sacramentos al convertirse al cristianismo.

Normalmente, esto tenía lugar en la vigilia pascual, como también ocurre hoy normalmente en el rito de iniciación cristiana de adultos.

Inicialmente el obispo confería los tres sacramentos, pero con la amplia difusión del cristianismo en Occidente, los obispos ya no podían estar físicamente presentes en todas las celebraciones.

Esto dio lugar a una separación de estos sacramentos en el rito romano, donde el bautismo se convirtió en un sacramento aparte administrado por el sacerdote o diácono y más tarde, la Confirmación se confería cuando el obispo podía viajar a la parroquia. La Primera Comunión entonces venía después de la Confirmación, y a menudo se daba a los adolescentes.

En el siglo XIX se desarrolló una elaborada ceremonia en muchos países occidentales donde todos los adolescentes recibían la Primera Comunión juntos en la parroquia local, vestidos con ropas blancas parecidas a sus trajes de bautismo.

Esta fue la práctica hasta hasta el 1910, cuando el papa Pío X redujo la edad de la Primera Comunión y animó a lo niños a recibir la Eucaristía a los 7 u 8 años. Entonces, en lugar de que los adolescentes recibieran la Primera Comunión en la parroquia, lo hacían niños más pequeños.

La decisión de organizar esta ceremonia en abril o mayo se basa principalmente en la celebración de la Pascua, que de alguna manera conecta con la tradición original de recibir los sacramentos en la vigilia pascual.

Además, durante muchos siglos la Iglesia ha enseñado a sus miembros a recibir la Comunión anualmente durante la temporada de Pascua.

El actual Código de Derecho Canónico destaca este “deber Pascual” de comulgar al menos una vez al año en Pascua, a no ser de que haya una razón justa para cambiarlo por otro momento del año.

Técnicamente hablando, cualquier persona puede recibir su Primera Comunión, con el permiso de su pastor local, en cualquier momento del año.

Sin embargo, debido a la estrecha relación de la Eucaristía con la temporada de Pascua, se celebra más a menudo uno de los domingos de Pascua.

Fuente: Aleteia