Viernes de la 29ª semana del Tiempo Ordinario (A)

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (12, 54-59)

Decía también a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Va a caer un aguacero”, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: “Va a hacer bochorno”, y sucede. Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo? Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo».

Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?

Comentario

La apelación a los signos meteorológicos era especialmente querida por un pueblo de agricultores, pastores y pescadores, actividades todas a la intemperie para las que conviene desarrollar un cierto sentido de la anticipación observando los fenómenos de la naturaleza. No ha pasado de moda. También ahora se nos invita a discernir los signos del tiempo presente mientras estamos a la intemperie. A encontrar los mensajes detrás de esos mismos signos que anuncian catástrofe o tormenta. Y a actuar en consecuencia. Es una intemperie espiritual, sin el abrigo que otros tiempos proporcionaron la cultura y la tradición, pero ello exige de nosotros mucha atención y capacidad de discernimiento para reaccionar a tiempo. Como al labriego, el pastor o el pescador de tiempos de Jesucristo, nos va la ganancia en ello. 

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