Martes de la 30ª Semana (B)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,18-21):

En aquel tiempo, decía Jesús: «¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas.»
Y añadió: «¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.»


Comentario

Se hizo un árbol

La Iglesia se parece a ese árbol frondoso nacido de una minúscula semilla que el Espíritu sembró en los corazones de los apóstoles en Pentecostés. Regada con la sangre del Redentor, la semilla fructificó y creció. Ni los historiadores ni los teólogos se explican la rapidez de propagación del cristianismo en aquellos primeros años que siguieron a la Resurrección de Cristo. El Reino de Dios se parece a ese árbol bajo cuyas ramas nos cobijamos, pero no es exactamente ese árbol. No podemos, por muy sugerente que sea la idea, pensar que coincide perfectamente con la Iglesia peregrina aquí en la tierra. Es más que eso.

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