Yo me encargo de la cerveza

A finales del pasado septiembre Apple TV+ estrenó un divertido y original largometraje de la mano del doblemente oscarizado Peter Farrelly. Director y guionista, la especialidad de Farrelly eran las comedias desenfadadas dirigidas a un público poco exigente, hasta que en 2019 sorprendió con “Green Book”, que le valió un premio Oscar a la mejor película y otro al mejor guion, marcando así un punto y seguido en su carrera para centrarse en temas de mayor calado, aunque sin abandonar su particular toque de humor. Si en “Green Book” ponía el dedo en el racismo con un genial Viggo Mortensen (“El señor de los anillos”), en “Yo me encargo de la cerveza” ha colocado el foco en la guerra.

El filme se basa en la autobiografía homónima de John Donohue, alias Chickie. Tanto el libro como la peli cuentan cómo una noche el joven Chickie, un neoyorkino despreocupado, de vida desordenada y buen corazón, mientras toma cervezas con sus amigos en el bar de la esquina y comenta el desarrollo de la guerra de Vietnam, promete llevar cerveza a sus colegas que luchan en el campo de batalla. Lo que empieza siendo un comentario inocente termina siendo una surrealista aventura.

Durante la historia, mitad drama, mitad comedia, se tocan temas muy interesantes y nada superficiales: el horror de la guerra, su posible justificación, las consecuencias personales y sociales que conlleva, el papel del periodismo en la democracia, el patriotismo y, sobre todo, la amistad. Porque hay que ser audaz, muy amigo de tus amigos, o ambas cosas para jugarse la vida llevándoles birras en terreno bélico. Detrás de todo ello subyace una bella idea, que se repite en varias ocasiones: la importancia de hacerles sentir que alguien se acuerda de ellos.

En el reparto encontramos caras conocidas: Zac Efron (“El gran showman”) es Chickie en la ficción y le acompañan dos pesos pesados con interpretaciones anecdóticas, Russell Crowe (“Gladiator”) y Bill Murray (“Los Cazafantasmas”), en los papeles de periodista y camarero respectivamente, con posiciones antagonistas. Junto a ellos, un elenco de actores menos conocidos pero que conforman un buen casting.

“Yo me encargo de la cerveza” gustará sobre todo a un público maduro, aunque su visionado puede ser también la ocasión para comentar el tema de la guerra o el valor de la verdadera amistad con adolescentes y jóvenes. Sea como sea, se trata de un título destacable en el panorama cinematográfico actual.

Guillermo De Lara Domínguez

Yo me encargo de la cerveza

A finales del pasado septiembre Apple TV+ estrenó un divertido y original largometraje de la mano del doblemente oscarizado Peter Farrelly. Director y guionista, la especialidad de Farrelly eran las comedias desenfadadas dirigidas a un público poco exigente, hasta que en 2019 sorprendió con “Green Book”, que le valió un premio Oscar a la mejor película y otro al mejor guion, marcando así un punto y seguido en su carrera para centrarse en temas de mayor calado, aunque sin abandonar su particular toque de humor. Si en “Green Book” ponía el dedo en el racismo con un genial Viggo Mortensen (“El señor de los anillos”), en “Yo me encargo de la cerveza” ha colocado el foco en la guerra.

El filme se basa en la autobiografía homónima de John Donohue, alias Chickie. Tanto el libro como la peli cuentan cómo una noche el joven Chickie, un neoyorkino despreocupado, de vida desordenada y buen corazón, mientras toma cervezas con sus amigos en el bar de la esquina y comenta el desarrollo de la guerra de Vietnam, promete llevar cerveza a sus colegas que luchan en el campo de batalla. Lo que empieza siendo un comentario inocente termina siendo una surrealista aventura.

Durante la historia, mitad drama, mitad comedia, se tocan temas muy interesantes y nada superficiales: el horror de la guerra, su posible justificación, las consecuencias personales y sociales que conlleva, el papel del periodismo en la democracia, el patriotismo y, sobre todo, la amistad. Porque hay que ser audaz, muy amigo de tus amigos, o ambas cosas para jugarse la vida llevándoles birras en terreno bélico. Detrás de todo ello subyace una bella idea, que se repite en varias ocasiones: la importancia de hacerles sentir que alguien se acuerda de ellos.

En el reparto encontramos caras conocidas: Zac Efron (“El gran showman”) es Chickie en la ficción y le acompañan dos pesos pesados con interpretaciones anecdóticas, Russell Crowe (“Gladiator”) y Bill Murray (“Los Cazafantasmas”), en los papeles de periodista y camarero respectivamente, con posiciones antagonistas. Junto a ellos, un elenco de actores menos conocidos pero que conforman un buen casting.

“Yo me encargo de la cerveza” gustará sobre todo a un público maduro, aunque su visionado puede ser también la ocasión para comentar el tema de la guerra o el valor de la verdadera amistad con adolescentes y jóvenes. Sea como sea, se trata de un título destacable en el panorama cinematográfico actual.

Guillermo De Lara Domínguez