Convento de San José del Carmen (Las Teresas)

No le fue fácil a la santa de Ávila fundar en Sevilla. Su temperamento fuerte y su mentalidad castellana le hicieron chocar con una ciudad que en el siglo XVI estaba considerada como la urbe más importante de Europa, la Nueva Roma Triunfante en ánimo y grandeza como la definió Cervantes, la Gran Babilonia de España, según Góngora. Esta Sevilla aparentemente imposible, según apreciaciones del profesor Piñero, se convirtió en una ciudad que conservará para siempre la huella de Santa Teresa.

El convento de San José del Carmen está situado en pleno corazón del barrio de Santa Cruz, enclave turístico de la ciudad. Nada más traspasar su puerta y acceder al compás, uno queda imbuido de la espiritualidad del Carmelo teresiano. Tan solo una puerta separa dos mundos tan distintos: el del bullicio y el mercantilismo más tópico y el de la espiritualidad y la contemplación. Junto al torno, una cruz de grandes dimensiones llama nuestra atención. Una placa nos recuerda que fue colocada en ese lugar por San Juan de la Cruz en 1588.

Santa Teresa pretendía que sus comunidades fueran como una familia. Para ello no quería un número elevado de monjas estableciendo primero un límite de trece que después, debido a las necesidades, amplió a veintiuna. A partir de ahí recomendaba intentar una nueva fundación. La comunidad actual de Las Teresas, como cariñosamente son conocidas en Sevilla, está integrada por diecisiete monjas, catorce españolas, una  argentina, una italiana y una japonesa. Cuando uno se acerca a ellas, lo primero que llama la atención es la edad joven de muchas de sus integrantes y la felicidad que expresan sus rostros.

Su vida diaria gira en torno a la oración. Laudes es a las siete de la mañana y vísperas a las siete y cuarto de la tarde. Tras estas horas mayores, una hora de oración personal. Y como Santa Teresa quería que sus casas fueran como una familia también consideraba importante lo que denominaba recreaciones. Una hora después de comer y otra después de cenar la comunidad se reúne para hablar, cantar, contar historias, como podría ocurrir en cualquier familia. Son momentos de encuentro con las demás y de compartir la alegría de formar parte de una comunidad que se siente hija de un mismo Padre y de una misma Madre que, no en vano, fue la primera mujer proclamada Doctora de la Iglesia.

Dentro de las labores, encuadernan libros siendo muy valoradas sus encuadernaciones artísticas. También bordados de ornamentos litúrgicos, así como de ajuares, toallas, mantelerías, etc. Los encargos se pueden concertar a través del torno al que se accede por la calle Santa Teresa.

Si a la santa andariega le ocupó más tiempo fundar en Sevilla, no hay duda de que sus raíces fueron profundas y permanecen sus huellas. En Las Teresas se conservan el único retrato que se le hizo a la santa en vida, obra de Fray Juan de la Miseria, el manuscrito ológrafo Las Moradas, la capa que portaba en el momento de su muerte en Alba de Tormes, un tambor usado por ella en las recreaciones y, sobre todo, una comunidad llena de vida interior que día a día nos demuestra que la Sevilla de Santa Teresa sí es posible y permanece desde hace siglos.

Ismael Yebra


CONTACTO

Dirección: Calle Santa Teresa, 5. C.P. 41004, Sevilla
Teléfono: 954 21 23 07

Horario de torno: Mañanas de 10 a 13 h. de lunes a sábados.  Tardes de 17 a 19 h. de lunes a viernes

Eucaristía: Laborables a las 8.45 h. Domingos y festivos a las 9 h.

Labores: Bordados y encuadernación de libros.

 

 

 

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