Dominicas, de Bormujos

Al poco de subir la cornisa del Aljarafe, rodeado de bloques tal vez excesivamente altos, hipermercados, gasolineras y naves industriales, el Monasterio de Santa María la Real aparece como foco de espiritualidad que alberga una comunidad contemplativa de monjas dominicas. Nada más acceder al recinto monástico se siente uno acogido y la paz conventual pone contrapunto a una urbanización excesiva y a una vida sujeta al automóvil, el consumismo y las prisas que nos invaden.

La llegada de las dominicas a Bormujos fue como el cumplimiento de un presagio: el abandono de monasterios del casco histórico por la dificultad de mantener edificaciones de siglos de antigüedad y el envejecimiento de las comunidades como consecuencia de la escasez de vocaciones. Pero el mayor tesoro de los monasterios y conventos históricos no es su arte ni su repostería, con ser dos elementos destacables, sino la comunidad que los habita. Su espiritualidad y el apostolado que ejercen a través de la oración, son mucho más importantes que la arquitectura y las artes plásticas que las diversas órdenes religiosas han legado a nuestra diócesis.

Monasterio de Santa María la Real

La fundación del monasterio de Santa María la Real de Sevilla, data del 13 de diciembre, festividad de Santa Lucía, de 1409. La primitiva casa estaba en la calle San Vicente y a ella se unieron las monjas pertenecientes al monasterio sevillano de Nuestra Señora del Valle en 1511. Tras la Desamortización de Mendizábal en 1835 se les unió la comunidad del monasterio de Santa María de Gracia de Sevilla. Después de numerosas vicisitudes y ante la necesidad de vender parte del edificio para acometer obras de mantenimiento, en 1972 se les unió la comunidad de Santa María de los Reyes de la calle Santiago de Sevilla y algunas monjas procedentes de Segovia. Finalmente, el 7 de octubre de 1976 se inaugura el nuevo monasterio localizado en la finca denominada Los Candeleros en el término de Bormujos. En 1992 tiene lugar una nueva fusión, esta vez con las monjas del convento de Santa Catalina de Osuna.

Actualmente, la comunidad de dominicas está integrada por doce monjas españolas y una india. Su dedicación a la contemplación les hace irradiar de forma intensa el espíritu dominicano. Una pequeña prueba de ello es la fraternidad establecida con la comunidad parroquial del Divino Salvador de Nueva Sevilla, que se mantiene desde la inauguración de la parroquia en 1981.

El trabajo, me comentan sor Inmaculada y sor Encarnación, no es una carga, sino un medio de equilibrio que favorece la armonía interior de las personas; siempre, como marcan las constituciones, debe brillar por su calidad y perfección. Entre sus delicias reposteras figuran los almendrados, tortas de ajonjolí y de polvorón, yemas de almendras, sultanas de coco, pestiños, magdalenas y otros dulces de temporada.

Cerca de un nudo de carreteras, lindando con concesionarios de ventas de coches, naves industriales y salones de celebraciones, el espíritu de Santo Domingo resplandece entre elevadas torres residenciales y un tráfico asfixiante. Los avatares del tiempo han logrado modificar el espacio, pero no el espíritu contemplativo ni el carisma dominicano.

Ismael Yebra


CONTACTO

Monasterio de Santa María la Real (Bormujos)

Dirección: Ctra. Bormujos s/n. 41930. Bormujos (Sevilla).

Teléfono: 954 16 42 16

Eucaristía: Laborables a las 8.30 h. Domingos y festivos a las 9.30 h.

Horario de torno: Laborables de 10 a 15 h y de 16 a 18.45 h. Sábados, domingos y festivos: 10.30 a 15 h y de 16.30 18.45 h.

 

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