Miriam González: «Dejé entrar a Jesús a mi vida y se quedó a cenar conmigo»

«Vengo de una familia cristiana, mi educación ha sido en la fe, en un colegio de monjas. Yo pensaba que tenía a Dios en mi vida, pero fue hace algunos cuantos meses que tuve un encuentro real con el amor de Dios y tenía a Jesús a mi puerta, como dice el poema, a mi puerta cubierta de rocío las noches de invierno, a oscuras, pero también las de verano, las de otoño y las de primavera porque no me di cuenta, pero fue en ese momento cuando abrí la puerta, le dejé entrar y se quedó a cenar conmigo. Se quedó en mi casa, con nosotros y a partir de entonces, no me puedo quedar eso para mí, necesito expresar el amor de Dios, a otras personas y eso me ha hecho encontrarse a gente realmente especial en mi vida, probablemente porque yo miro a la gente ahora de otra manera, llena del amor de Dios.

Invito a todos a que tengan esta experiencia de abrir su corazón y  partir de ahora ya no ser tibios, sino estar para los demás y para lo que haga falta».

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