Lectura del santo Evangelio según Juan (1, 45-51)
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)». Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)».
Al día siguiente, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice: «Sígueme». Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Comentario
Lo hemos encontrado
La festividad de San Bartolomé (Natanael en el Evangelio de la jornada) permite acercarnos a cómo fue la llamada de los apóstoles de Jesús. Andrés llevó a su hermano Simón Pedro a Jesús como Felipe lleva a Natanael. Por puro contagio. Porque hay algo ardiendo en el corazón de quien se ha encontrado con la Verdad, el Camino y la Vida que le impide guardárselo y acallar la voz que desde dentro le pide que lo comunique, que lo pase a los demás, que lo vocee si es necesario. Así fue entonces y así es hoy. En la pasada peregrinación juvenil a Santiago de Compostela, el arzobispo de Sevilla acuñó una expresión: fueron como peregrinos y vuelven como apóstoles. Esto es, como Andrés que acerca a Pedro o como Felipe que trae a Bartolomé porque ha encontrado aquel de quien hablaban Moisés y los profetas. en quien se ha cumplido la promesa a Israel. También tú puedes convertirte en apóstol este día de San Bartolomé: basta con dejar aflorar el entusiasmo que te desborda por haberte encontrado con Cristo. Ese encuentro es demasiado grande para callárselo uno.
