Santa Catalina de Siena, patrona de Europa (A)

Lectura del santo evangelio según San Mateo (11, 25-30)

En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Comentario

Venid a mí todos los que estáis cansados

No es mucho imaginar el cansancio acumulado en este tiempo de cuarentena. El agotamiento físico y mental de los médicos, enfermeros y personal sanitario que cuida, noche y día, jornada tras jornada, de nuestros enfermos; el cansancio de sus familiares y el de quienes han perdido a alguien cercano casi sin poder despedirlo sacramentalmente; el agotamiento, en suma, de nosotros mismos después de tantos días de reclusión en el hogar por muchos paseos con el perro o con los niños que hayamos tenido. Cansados y agobiados. No lo puede resumir de una manera más práctica el pasaje del día. Y es el mismo Jesús el que nos llama para descansar en él. Estos días atrás, circuló el mensaje de un sacerdote al que un agente de policía le pidió comulgar en plena calle, a pie de patrullero, cuando, tras demandarle que se identificara, supo que se dirigía a llevar la comunión a un impedido -en realidad, todos lo estamos de participar en el banquete eucarístico en este tiempo- y la reacción de alivio que experimentó el funcionario policial en medio de la durísima tarea cotidiana de velar por la seguridad de todos. Este mensaje del Evangelio de Mateo es como un cartel que nos está llamando al encuentro con el Señor en cuanto tengamos disponibilidad para movernos. Cansados y agobiados, Él nos aliviará.

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