¿Tienes problemas con tu pareja? ¡Nosotros te podemos ayudar!

En el Centro de Orientación Familiar Diocesano de Dos Hermanas, se atiende a las parejas que están atravesando una crisis, y vienen a estos centros para darse otra oportunidad con el fin de seguir hacia adelante, o en su defecto romper el vínculo.

La gran mayoría se aman, el amor es una cuestión sine qua nom, para que un matrimonio u otro tipo de relación de pareja funcione adecuadamente, pero no es suficiente, a menos que se ame como se narra en la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, Capítulo 13, que, aunque no se refiere únicamente al amor marital, si tiene cabida en este; dice así:

“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.

Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.

El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor no pasará jamás…

… En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor. (Biblia de Jerusalén).

A este respecto dice Erich Fromm: “Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar”. (Erich Fromm, el arte de amar).

En una pareja, además, no deben faltar, en líneas generales, las siguientes actitudes o comportamientos:

  • Admiración y respeto por la otra persona. (No juzgar, preguntar las cuestiones donde haya fricción. No insultar ni menospreciar, y, por supuesto, violencia “0”).
  • Comunicación. (Hablar de todo lo que preocupa y lo que no. Complicidad).
  • Afectividad.  (Muestras de afecto y cariño. Cuidar los pequeños detalles).
  • Sexualidad. (Dimensión de la persona humana que debe ser cubierta, si hubiera alguna disfunción sería oportuno tratarla, la mayoría de los problemas a este respecto suelen ser de índole psíquico).
  • Compromiso y proyecto de futuro. (Fidelidad. Realizar actividades conjuntamente. Cuidarse mutuamente).

Y, una cuestión muy importante, aprender a resolver los conflictos que, inexorablemente, se van a suscitar en el seno de la pareja, porque no olvidemos que somos animales sociales por naturaleza (Aristóteles, 384-322, a. de C.) y que que las controversias, forman parte del acervo de nuestra condición de seres sociales, la cuestión estriba en no soslayar los problemas que vayan surgiendo, sino más bien afrontándolos, de esta forma no se enquistarán y se podrán resolver de una forma más fácil y saludable para ambos.

La existencia de conflictos no es lo negativo, la desafortunada resolución de los mismos es lo caótico.

Si pretendéis resolver vuestro problema de pareja, sería conveniente antes que nada, que acudierais a un terapeuta especializado en este ámbito o mediador familiar; siempre ganaréis, porque posiblemente vuestras diferencias pueden tener solución, en su defecto, podréis separaros de una forma más sensible y humana, sobre todo, si existen hijos menores de edad.

Dr. Antonio Jesús Yugueros García
Terapeuta de Familia y Mediador Familiar
Colaborador COF de Dos Hermanas

 

 

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