La oración de las madres

¿Sabías que en nuestra archidiócesis existen grupos de Oración de Madres?  Mothers Prayers (“La Oración de las Madres”) surgió para ayudar a aquellas mujeres que deseaban rezar juntas por sus hijos y nietos, y darles el apoyo que necesitaban.

 

 «La Oración de las Madres» comenzó en Noviembre de 1995, en Inglaterra y se expandió rápidamente por todo el mundo, con contactos en más de 100 países.

Hoy día existen miles de grupos alrededor del mundo. Dos abuelas, Verónica y su cuñada, Sandra, sintieron la necesidad de crear estos grupos y rezar de un modo muy especial por sus hijos.

Aquí, en Sevilla, hablamos del grupo que tiene lugar en la Parroquia de San Sebastián donde se reúnen una vez a la  semana con una duración de aproximadamente una hora u hora y media, teniendo el privilegio de hacerlo en la capilla del sagrario y una vez al mes con exposición del Santísimo. Otras veces utilizan los salones parroquiales o una casa particular. Es imprescindible un lugar tranquilo para poder orar con total libertad.

Están formados exclusivamente por mujeres, en concreto las que tienen un corazón de madres. No hay distinción entre madres de familia, abuelas, religiosas, mujeres solteras o casadas sin hijos.

Para realizar este acto de oración se coloca en una mesita, o el altar del santísimo, una biblia, una vela, un crucifijo, una imagen de la Virgen María y una cesta.

Tienen un librito con nueve oraciones que empiezan invocando al Espíritu Santo teniendo presente a nuestra madre la Virgen María.

Después de cada oración se dan un momento de silencio y recogimiento, hacen un himno de alabanza por lo que leen un salmo o bien escuchan una canción. También leen un pasaje de la Biblia y dan las gracias por el don de la maternidad.

Cada madre, se arrodilla ante el crucifico y deposita en él un disco de papel con los nombres de sus hijos como símbolo de entrega de estos al cuidado del Señor. También colocan los nombres de maridos, ahijados, y de algún sacerdote o seminarista.

Este es el momento más importante de la oración ya que es el instante más íntimo de cada una de ellas. En el caso que una madre se ausentara, las demás dejan los nombres de su familia y rezan por ellos. Estas oraciones también las extienden por todas las madres del mundo que están padeciendo alguna guerra, catástrofe natural, o situación especial con sus hijos.

Al finalizar la reunión se reza una oración para los padres y maridos, y un gloria.

Son grupos reducidos de no más de ocho miembros y que si se diera la circunstancia de que hubiese más madres interesadas se crearía un nuevo grupo.

Cada grupo tiene un responsable para asegurar las dos reglas ineludibles: una es la confidencialidad de todo lo que se dice en las reuniones y la otra es que en ningún caso se deben dar consejos. Su papel no es el de aconsejar y no consideran que tengan la formación necesaria para hacerlo ya que se podría hacer daño dando un consejo equivocado.

Además de la Parroquia de San Sebastián, existe un grupo de madres en la Parroquia Nuestra Señora de la Oliva, de Lebrija, y desde finales del 2016 se han formado otros grupos en la Parroquia del Corpus Christi, de Sevilla.

 

Oración de las madres

Señor Jesús, venimos ante Ti como madres, para pedirte que bendigas a nuestros hijos y a todos los hijos en el mundo.

Te damos gracias por nuestros hijos, ellos son un regalo divino.

Ayúdanos Señor, para que siempre recordemos esto, especialmente cuando estén en dificultades.

Señor, ellos viven en un mundo agitado, un mundo que no siempre Te reconoce, un mundo que a veces se burla de ellos, si admiten creer en Ti.

Ayúdalos a ser fuertes, Señor. Ayúdanos a reconocer que Tu siempre estás con nosotros, compartiendo nuestras alegrías y nuestras penas; riendo con nosotras cuando estamos alegres, y llorando con nosotras en nuestro dolor.

Señor, te rogamos nos concedas todas las gracias que necesitamos para poder lograr tus planes en nuestras vidas, así como nuestras obligaciones hacia nuestras familias.

Tú eres Dios Todopoderoso; Tú puedes cambiar las cosas.

Por eso venimos a Ti con fe y amor, sabiendo que darás respuesta a nuestras oraciones. Señor, permítenos recordar siempre lo mucho que nos amas y amas a nuestros hijos, y como te urge a que vengamos a Ti con nuestros problemas.

Amén

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