Viernes de la 29ª semana del Tiempo Ordinario (C)

Lectura del santo Evangelio según Lucas (12, 54-59)

Decía también a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Va a caer un aguacero”, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: “Va a hacer bochorno”, y sucede. Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo? Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».

Comentario

¿Cómo no sabéis juzgar lo que es justo?

Sus coetáneos no son capaces de descubrir en Jesús el signo de los tiempos, el principal signo de todos los tiempos. De ahí que lo ignoren o, lo que es peor, lo condenen. Puede que a nosotros nos suceda igual. No la presencia histórica de Jesús, encarnado en la historia del hombre, sino en sus preferidos, los pobres, los marginados, los enfermos, los descartados. La dureza de corazón nos lleva a desenfocar el juicio, a dar por bueno lo que es malo. Sólo la caridad ejercida de manera constante y asidua nos garantiza la capacidad para discernir la justicia de la injusticia; en último extremo, la habilidad de descubrir a Dios en el prójimo necesitado y actuar en consecuencia para reconciliarnos con él.

 

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