Viernes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario (C)

Lectura del santo Evangelio según Lucas (21, 29-33)

Y les dijo una parábola: «Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano. Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Comentario

Mis palabras no pasarán

Jesús pone fin al discurso escatológico del final de los tiempos que recoge Lucas con laa parábola de la higuera, cuyos brotes señalan el advenimiento del verano. Así sucede con su venida, anticipada por signos proféticos que marcan el camino. Pero antes de que eso suceda, tiene que advenir otro suceso: la íntima convicción -eso es la fe, al fin y al cabo- de que la Palabra es eterna y que se cumplirá hasta la última coma, como está dicho. Los pintores, los artistas en general, han recreado de muchas formas posibles el Juicio Final al que hace referencia aquí el evangelista, cuando cielo y tierra pasen como nos ha advertido el evangelista Juan en la primera lectura del día, tomada del libro del Apocalipsis. Pero n ningún artista ha sido capaz de plasmar -ni lo será nadie- cómo el reino de Dios va creciendo en el corazón de sus fieles. Es un reinado que no se ve, pero lo nota quien lo vive por dentro. ¿Lo notas tú?

 

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