Su rostro resplandecía como el sol

CUARESMA. SEGUNDO DOMINGO. CICLO A.

La Transfiguración de Jesús debe ser la orientación de nuestra vida hacia lo que Dios nos pide. Desde el momento que hemos asumido nuestro compromiso con Él, debemos ver con claridad cuál debe ser nuestro servicio basándolo en su planteamiento sobre el mundo, traducido en el respeto a todo cuanto nos rodea y, especialmente, a la persona. Esa debe ser la transfiguración de todo el que sigue a Cristo, ir dando pasos para hacer que el mundo sea lo que Dios quiere, más humano y más justo.

Pensemos en aquellas otras personas que no tuvieron las mismas oportunidades que el resto, (“periferias”, como dice el Papa Francisco), por cuyo motivo no pueden desarrollar sus potencialidades al no habérseles dado ninguna oportunidad o, lo peor, se les están negando permanentemente: ancianos, presidiarios, prostitutas, parados, inmigrantes, sin hogar-mendigos…

La grandeza de Abraham está en su CONFIANZA y OBEDIENCIA a Dios. Al estar en referencia a Dios, Dios aparece en referencia a él como bendición para uno y para todos. La elección particular por parte de Dios tiene intención universal.

¿Hasta qué punto confío en la Palabra de Dios, como Abraham, sobre todo cuando esa Palabra conlleva posicionarse al lado de los pobres, complicaciones, dificultades y persecuciones?

¿Estoy dispuesto a asumir que seguir a Jesús, Camino, Verdad y Vida, significa descender del Tabor, caminar en el Amor con Él, subir al Calvario y, solo así, alcanzar la Resurrección?

TRANSFIGURARNOS CON CRISTO

“Jesús, Tú vienes a transfigurarnos para renovarnos a imagen de Dios: ilumina nuestras tinieblas. Jesús, luz del corazón, Tú conoces nuestra sed: condúcenos hacia la fuente de tu Evangelio.

Jesús, luz del mundo, Tú iluminas a cada ser humano: haz que discernamos tu presencia en los demás. Jesús, amigo de los pobres: abre en nosotros las puertas de la sencillez para acogerte.

Jesús, manso y humilde de corazón: renueva en nosotros el espíritu de infancia.

Jesús, Tú haces posible que la Iglesia prepare tu camino en el mundo: abre para todos las puertas de tu Reino.

Jesús, que vienes a nuestro encuentro y animas nuestro camino: ayúdanos a ser misioneros de la escucha, siempre atentos a tu voz y al clamor de los demás”.

SAN GREGORIO DE NISA

«Gran abundancia de desnudos y desamparados nos ha traído el tiempo presente, pues una muchedumbre de cautivos está llamando a las puertas de cada uno. No nos faltan inmigrantes y refugiados, y por donde quiera podemos ver manos que se nos tienden… Y llevan esa vida errante y agreste no porque así lo hayan querido, sino por imposición de la desgracia y de la necesidad. Socórrelos tú con tu ayuno. Sé generoso con estos hermanos víctimas del infortunio». (Sobre los pobres que deben ser amados. Discurso I).

Instituto Nacional de Estadística – Indicadores Urbanos. Renta neta media anual per cápita de los barrios de Sevilla

Porvenir: 17.365 €, Santa Clara: 16.650 €, San Bernardo-Buhaira: 16.577 €, Centro: 16.104 €, Los Remedios: 15.696 €, Torneo: 15.551 €, La Palmera-Heliópolis: 14.498 €, Nervión: 14.133 €

San Jerónimo: 7.648 €, Cerro del Águila: 7.300 €, Polígono Norte: 7.231 €, La Oliva-Las Letanías: 7.107 €, Palmete: 6.764 €, Torreblanca: 5.604 €, Los Pajaritos-Amate: 5.398 €, Polígono Sur: 4.791 €

Ciudades con menor renta por habitante:

Níjar (Almería), con 6.253 euros, Los Palacios y Villafranca (Sevilla), con 6.550 euros, y Alhaurín el Grande (Málaga), con 6.629 euros.

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS PARTICIPANTES EN EL CONGRESO NACIONAL DE LAICOS

Somos Pueblo de Dios, invitados a vivir la fe, no de forma individual ni aislada, sino en la comunidad, como pueblo amado y querido por Dios. Le pertenecemos, y esto implica no sólo haber sido incorporados a Él por medio del bautismo, sino vivir en coherencia con ese don recibido. Para ello es fundamental tomar conciencia de que formamos parte de una comunidad cristiana. No somos una agrupación más, ni una ONG, sino la familia de Dios convocada en torno a un mismo Señor.

Y este Pueblo de Dios en salida vive en una historia concreta, que nadie ha elegido, sino que le viene dada, como una página en blanco donde escribir. Está llamado a dejar atrás sus comodidades y dar el paso hacia el otro, intentando dar razón de la esperanza (cf. 1 P 3,15), no con respuestas prefabricadas, sino encarnadas y contextualizadas para hacer comprensible y asequible la Verdad que como cristianos nos mueve y nos hace felices.

La Palabra viva de Dios necesita ser predicada con pasión y alegría a través del testimonio cristiano para poder derrumbar hasta los muros más altos que aíslan y excluyen. Es la hora de ustedes, de hombres y mujeres comprometidos en el mundo de la cultura, de la política, de la industria… que con su modo de vivir sean capaces de llevar la novedad y la alegría del Evangelio allá donde estén. Los animo a que vivan su propia vocación inmersos en el mundo, escuchando, con Dios y con la Iglesia, los latidos de sus contemporáneos, del pueblo.

Por lo tanto, no tengan miedo de patear las calles, de entrar en cada rincón de la sociedad, de llegar hasta los límites de la ciudad, de tocar las heridas de nuestra gente… esta es la Iglesia de Dios, que se arremanga para salir al encuentro del otro, sin juzgarlo, sin condenarlo, sino tendiéndole la mano, para sostenerlo, animarlo o, simplemente, para acompañarlo en su vida. Que el mandato del Señor resuene siempre en ustedes: “Vayan y prediquen el Evangelio”. (cf. Mt 28,19).

DELEGACIÓN DIOCESANA DE PASTORAL SOCIAL, JUSTICIA Y PAZ

 

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