Convento de Santa Inés

Las clarisas habitan este convento desde 1374, fundado por Doña María Coronel en lo que era el palacio familiar de su padre, señor de Aguilar, tras serle restituidos sus bienes por Enrique II. Santa Inés está ligado a la historia de Sevilla de la misma forma que lo está a la de la Literatura. La narración de Gustavo Adolfo Bécquer titulada Maese Pérez el organista incorporará para siempre este espacio a la historia de la narrativa española. Por otra parte, las leyendas que rodean la figura de Doña María Coronel, no tuvieron lugar en Santa Inés, sino en Santa Clara.

La figura de la fundadora emerge con luz propia junto a otras mujeres que brillaron en una época, la alta edad media, en la que la imagen del varón eclipsaba de forma casi absoluta la personalidad femenina. Su cuerpo descansa en el coro bajo de la iglesia y su urna se abre al público el día dos de diciembre, fecha de su muerte. Mirando desde la reja de la iglesia se vislumbra al fondo el claustro principal denominado el herbolario, sin duda uno de los espacios más íntimos y bellos de la ciudad.

Llegar a Santa Inés por la calle Doña María Coronel y entrar al compás es acceder a un mundo lleno de intimidad y sencillez. Como dirían las vecinas del barrio mientras esperaban el inicio de la Misa del Gallo en la leyenda de Bécquer, en él hay busilis. Magia, encanto, embrujo, hechizo, todo junto sería busilis. Al fondo está el torno. Llegar a él y tocar la campanita es como hacer una llamada a la gloria. Sor María Rebeca, la abadesa, con su musical acento mexicano y su encanto personal nos atenderá con su habitual y sincera afabilidad. Lleva veintiocho años en el convento y su bondad y sevillanía están más que demostradas. No en vano tuvo una gran maestra, madre Mercedes, que fue abadesa durante muchos años y a la que nunca olvidaremos los que tuvimos la dicha de tratarla.

La comunidad actual de Santa Inés está integrada por doce monjas de coro, tres de ellas españolas y nueve mexicanas; recientemente ha llegado una nueva postulante procedente de México. La iglesia se abre diariamente a las cinco de la tarde para la exposición del Santísimo hasta la hora de misa, a las siete y media en invierno y una hora más tarde en verano. A las siete menos cuarto rezan vísperas a las que puede asistir toda persona que lo desee. Además de Santa Inés, el templo acoge devociones muy populares como San Expedito, abogado de casos difíciles y urgentes, y San Blas, protector de las enfermedades de garganta.

El convento mantiene todo el año un obrador que sirve de ayuda al sostenimiento de la comunidad. Junto a los famosos bollitos de Santa Inés, hacen magdalenas, tortas de aceite, tortas de polvorón y unas exquisitas sultanas de coco. Con su consumo podemos ayudar a su mantenimiento, pero el edificio necesita reparaciones importantes en diversas dependencias que las monjas no pueden costear. No me cabe duda que con la ayuda de las instituciones y de los sevillanos, Santa Inés seguirá siendo ese foco de espiritualidad que se mantiene desde hace más de siete siglos y ese lugar emblemático que permanecerá unido para siempre a través de Doña María Coronel y Maese Pérez a la historia de la ciudad.

Ismael Yebra


CONTACTO

Dirección: Calle Doña María Coronel, 5. Sevilla.

Teléfono: 954 22 31 45

Horario de torno: Laborables de 9 a 13 h. y de 16 a 18.30 h

Eucaristía: Laborables y festivos, 19.30 h en invierno y 20.30 en verano.

Exposición del Santísimo: Todas las tardes desde las 17.00 hasta la hora de misa.

Vísperas: Diariamente abiertas al público a las 18.45 h

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