El Real Monasterio de San Leandro

La orden de los agustinos se funda bajo el pontificado de Inocencio IV en 1244, al reunir bajo la Regla de San Agustín a varios grupos de eremitas dispersos por la Italia central. Se convierte así, en la tercera orden mendicante tras franciscanos y dominicos. Su rama femenina es dedicada a la contemplación, emergiendo entre sus santas la figura de Santa Rita de Casia, de gran devoción popular.

La presencia en Sevilla de los agustinos es muy precoz. Las primeras noticias que se tienen de la rama femenina datan de su estancia en 1295 en el lugar conocido como Degolladero de los Cristianos, cerca de la Puerta de Córdoba.  De ahí, previo paso por la calle de los Melgarejos en la collación de San Marcos, llegan en 1369 a la de San Ildefonso, a unas casas cedidas por Pedro I.

El monasterio de San Leandro está integrado en la trama urbana de la ciudad. Poco a poco fue sumando casas a su planta, de forma que en su interior existen calles, como la llamada Viva que unía Caballerizas con Imperial, y una plaza de indudable aire rural. La modesta pero bellísima fachada situada frente a la iglesia de San Ildefonso sirve de acceso al compás, similar a cualquiera de los patios de los alrededores, y allí se encuentran el torno (probablemente el más bello de Sevilla), la puerta reglar y los locutorios, además de la vivienda del portero.

La convivencia de la comunidad con el barrio siempre ha sido grande. Yo, que he nacido a escasos metros del convento, doy fe del cariño con el que el vecindario ha tratado siempre a las monjas y del cercano y afectuoso trato que éstas han dispensado a los vecinos. La comunidad actual está compuesta por 18 monjas, de las cuales solo tres son españolas; el resto proceden de Tanzania y Kenia. De África llegan con una avanzada formación que favorece su estabilidad y algunas, como Sor Digna, de una simpatía y bondad llamativas, llevan casi quince años en la comunidad. Las profesiones, con sus danzas y cantos africanos, son todo un espectáculo en nada ajeno a su contenido religioso. Son el símbolo de la joven iglesia que llega a la vieja Europa impregnándola de esa nueva evangelización que ya es el presente.

Los problemas económicos adquieren en San Leandro proporciones gigantescas. Diversas dependencias y celdas están apuntaladas, hay zonas de la fachada con humedades y riesgo de desprendimiento. Son muchas las promesas oficiales de ayuda, pero pocas las que llegan. Las hermandades de penitencia y otras, sí les han ayudado en diversas ocasiones. Sor Natividad, abadesa y alma mater de la comunidad, con su habitual bondad y simpatía, nos explica estos problemas y no pide nada. Pero yo sé muy bien las necesidades que pasan. El banco de alimentos les socorre, pero pasan frío por no poder afrontar un recibo elevado de electricidad. Sus ingresos se han visto muy reducidos con la disminución de las ventas de yemas. Y no hay dulce más fino. Cernuda, en Ocnos, las comparó con el beso de un ángel. También hacen pestiños, magdalenas y torrijas en cuaresma. Otras labores incluyen bordado de prendas litúrgicas, así como el pintado y vestido de Niños Jesús y otras figuras  religiosas. Llegar al torno, tocar al timbre y esperar ese Ave María Purísima que nos recibe, no tiene comparación con la actual forma impersonal de comprar. Uno no puede más que sentir una profunda paz interior y contestar: Sin pecado concebida.

 

Ismael Yebra


CONTACTO

Dirección:  Plaza San Ildefonso, 1, 41003 Sevilla

Teléfono: 954 22 41 95

Eucaristía: Laborables a las 7.30 h, sábados a las 8.00 h, domingos y festivos a las 10 h.

Horario de torno: laborables de 9 a 13 h y de 16 a 19 h.

 

 

Post relacionados