Jueves 5º de Pascua (C)

Lectura del santo evangelio según san Juan (15,9-11):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud».

Comentario

Permaneced en mi amor

La perícopa del Evangelio de San Juan continúa la senda iniciada por la de ayer miércoles. Y el comentario, lógicamente, hace lo propio. Permanecer en el amor de Cristo es el ideal cristiano. No hay otro. El pecado no es sino ruptura, alejamiento de Cristo. Cuando pecamos, nos separamos de Cristo y no permanecemos en él, no como un soldado permanece en su garita o un aduanero en su fielato, sino como un amigo permanece en nuestro recuerdo y más que en nuestro recuerdo: «Te tengo presente», le decimos. Pues Dios, que nos tiene presentes en todo momento y circunstancia, nos estrecha y nos abraza cuando permanecemos en el amor de Cristo. Entonces, nuestra relación de comunión con el buen Padre recrea la comunión entre el Hijo y el Padre manifestada en el Espíritu Santo. Es Jesús el que nos anima a reflejar esa relación especial de permanencia estrecha suya con el Padre Dios en nuestra vida.

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