Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves de La Algaba

“Una feligresía muy viva, que nos llena de esperanza”

La feligresía de la Parroquia Nuestra Señora de las Nieves de La Algaba, “es muy amplia, activa y dinámica”. Así la describe su párroco, Gonzalo Fernández. “Una comunidad muy implicada con la parroquia y con sus tradiciones religiosas, muy especialmente en el mundo de las hermandades donde hay un potencial increíble de gente joven”.

Se trata de una parroquia “en la que, además de los habituales y tan importantes de Cáritas y Pastoral de la Salud, hay grupos de matrimonios, oración, liturgia y un número amplísimo de niños y adultos en catequesis de comunión y confirmación. Todo ello, llevado por una gran cantidad de catequistas que hacen un trabajo magnífico y muy entregado. En definitiva, una feligresía muy viva, que nos llena de esperanza”, afirma.

Para este nuevo curso y siguiendo las orientaciones del Plan Pastoral Diocesano “estamos centrados en ampliar los horarios de la adoración eucarística de los jueves. Un grupo de fieles está preparando turnos de adoración y una guía de oraciones para ese tiempo de contemplación. También estamos en la tarea de trabajar con los jóvenes, especialmente reforzando dos áreas que estaban muy diluidas: la postcomunión y la postconfirmación. De ambas parece que las iniciativas propuestas han tenido muy buena acogida”, añade.

El continente digital tampoco lo pierden de vista. “Estamos trabajando con un grupo de jóvenes en darle una vuelta a las comunicaciones de la parroquia en las redes sociales y volver a establecer una atención más periódica a los más mayores del pueblo por medio de la Pastoral de la Salud, porque después de la pandemia se frenó la periodicidad de esas visitas”.

Patrimonio parroquial

Fernández expresa que la comunidad parroquial procura el cuidado del patrimonio parroquial “con algunas restauraciones de retablos e imágenes, arreglos de las estructuras del templo parroquial, así como la adquisición de algunos ornamentos que faltaban”.

Gonzalo Fernández ha cumplido 14 meses como cura de almas de la comunidad de La Algaba “y la experiencia ha sido maravillosa. No puedo dar otra definición. Al principio estaba desbordado. Venía de una realidad más tranquila. Pero poco a poco fui cogiendo el ritmo de trabajo. Verdaderamente es un regalo poder estar aquí y una oportunidad increíble de crecimiento espiritual y humano, sobre todo como sacerdote”.

Extensión territorial

La feligresía de La Algaba abarca casi 18.000 habitantes distribuidos en dos núcleos poblacionales: el principal, La Algaba y uno menor, llamado El Aral, “donde tenemos la ermita de San Salvador, una iglesia que pastoralmente funciona casi como una parroquia propia”. El Aral tiene consideración de ser un barrio de La Algaba, aunque separado por algo más de un kilómetro del núcleo principal.

La Parroquia Ntra. Sra. de las Nieves “tiene además tres templos (la iglesia parroquial, la iglesia de Jesús y la ermita de San Salvador) y uno nuevo en construcción, por parte de la Hermandad de la Soledad. Siete hermandades (cuatro de penitencia, tres de gloria) y dos asociaciones parroquiales.

Finalmente, Gonzalo Fernández afirma que “la realidad pastoral es mucho más amplia y los retos que se plantean mucho más complejos y variados. Guadalcanal y Alanís me enseñaron a ser cura. La Algaba me ayuda a madurar en el ministerio. “Quiero agradecer de corazón a todos los grupos parroquiales, hermandades y asociaciones parroquiales su acogida y su empeño por hacerme sentir entre ellos, como en casa. Son un regalo de Dios”.

 

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