La iconografía de la Virgen de la Victoria en la Archidiócesis de Sevilla (I)

Con motivo de la coronación canónica de la Virgen de la Victoria de la Hermandad de las Cigarreras el 13 de octubre próximo, repasamos las imágenes de nuestra Archidiócesis de esta advocación, la cual está relacionada con la Orden de los frailes mínimos de San Francisco de Paula, quienes difundirán este nombre mariano vinculado a la conquista de Málaga en 1487 por los Reyes Católicos, como acción de gracias por la victoria sobre los musulmanes.

De igual manera, esta advocación recuerda la protección y mediación de María en cualquier batalla, como el triunfo en Lepanto el 7 de octubre de 1571, que motivó la institución de la fiesta del Rosario por parte de Pio V en 1572, fiesta litúrgica que en un primer momento se denominó de la Virgen de la Victoria.

Pero no podemos olvidar que teológicamente esta hermosa advocación hace alusión a la victoria de María sobre el pecado, por su Inmaculada Concepción, así como sobre la muerte, por su Asunción. Así, María nos anima a nosotros y nos alienta a la victoria en nuestras luchas de cada día, especialmente en nuestra batalla contra el pecado, el mal y las injusticias.

Una de las más antiguas e importantes imágenes de nuestra Archidiócesis es la Virgen de la Victoria del siglo XVI que hoy se venera en la Real Parroquia de Señora Santa Ana de Triana, procedente del desaparecido Convento de la Victoria. La tradición asegura que ante la imagen trianera rezó Magallanes antes de iniciar su viaje en la Nao Victoria en 1519, así como Elcano al regresar de la primera circunnavegación del mundo, si bien, como señala el profesor Roda Peña, hubo de ser ante una imagen de factura anterior de la misma advocación. La Virgen, que muestra gran frontalidad, aparece sentada sosteniendo al Niño en su regazo con gran ternura, siguiendo un esquema que parece derivar de la Virgen de la Victoria, Patrona de Málaga, escultura de finales del siglo XV atribuida a Jorge Fernández.

En Morón de la Frontera, presidiendo el retablo mayor de la Iglesia que lleva su nombre, se halla una interesante imagen de la Virgen de la Victoria, obra anónima de finales del XVI pero transformada en el XVIII. Revestida de telas encoladas, la Virgen aparece sentada con el Niño recostado sobre sus rodillas.

Antonio Rodríguez Babío (Delegado diocesano de Patrimonio Cultural)

 

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