Negación

Según la definición de la Real Academia Española, la palabra posverdad es aquella distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Pues bien, vivimos una época en la que el concepto de posverdad parece impregnar las noticias y los debates. Ya no importa si los hechos que se nos narran o describen son veraces y fidedignos, sino cuáles son las emociones que despiertan esos hechos; unas emociones que podrán ser siempre manipuladas en beneficio de los “creadores” de esa distorsión de lo real.

En el catálogo de Movistar+ se puede disfrutar de la película Negación (2016), dirigida por Mick Jackson e inspirada en un retazo de la vida de la historiadora norteamericana Deborah E. Lipstadt. En su libro La negación del Holocausto (1994), Lipstadt, interpretada por la ganadora del Oscar Rachel Weisz, acusó de negacionistas a varios periodistas e historiadores. En 1996, el escritor británico David Irving, famoso negacionista admirador de Hitler, a quien da vida en el filme Timothy Spall, la denunció por difamación. Durante el juicio que se llevó a cabo en Londres, no solo se debatió sobre el honor y la propia imagen de los perjudicados en el proceso judicial, sino sobre la autenticidad del Holocausto que sufrieron los judíos durante el régimen nazi en los años 30 y 40 del pasado siglo.

Además de su gran reparto, en el que sobresale el siempre notable Tom Wilkinson, lo más interesante de la cinta es el debate central que plantea el argumento: la libertad de expresión frente al derecho de todo individuo a defender la verdad. Dicho en forma de pregunta: ¿Por qué una persona que lanza determinadas acusaciones, a sabiendas de que son falsas y amparándose de manera negligente en la libertad de expresión, no asume después la responsabilidad de sus falsedades?

Desgraciadamente, la posverdad se está convirtiendo en una asequible e impune herramienta de manipulación, en una sociedad cada vez más emocional. Pero en la libertad de expresión no todo es lícito: es preciso recordar y recordarnos que existen valores universales que todo ser humano debe proteger con firmeza. Que la dignidad de las víctimas y la memoria de todas aquellas personas que sufrieron (o sufren en la actualidad) actos abominables, deben ser defendidas ante acusaciones o argumentos basados en el odio o el rencor, que solo buscan denigrar o humillar al prójimo.

Película ideal para cinefórums, que gustará a los amantes del cine británico y de los dramas judiciales.

Juan Carlos Deán del Junco

 

 

 

 

 

 

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