La pobreza en nuestras ciudades hoy

La Constitución Española establece, en su primer artículo, que “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. El Estatuto de Autonomía para Andalucía establece en el artículo 37.1.7º como uno de los principios rectores que deben orientar las políticas públicas “La atención social a personas que sufran marginación, pobreza o exclusión y discriminación social”.

¿De verdad alguien cree que en España hay igualdad? ¿De verdad alguien cree que en España no hay una creciente desigualdad?  En Andalucía, donde estamos de elecciones, la tasa de riesgo de pobreza es del 35,4%. La Estrategia Regional de Intervención en Zonas Desfavorecidas de Andalucía de la Junta de Andalucía pone de manifiesto que en Andalucía hay actualmente 186 barrios vulnerables (ubicados en 98 municipios) en riesgo de padecer exclusión social o pobreza, de ellos hay 93 zonas manifiestamente desfavorecidas, con una población total de 870.035 habitantes., un 105 de la población andaluza. Una indignante vergüenza.

El 52% de estas zonas desfavorecidas se encuentran en municipios de más de 50.000  habitantes, donde vive aproximadamente el 67% de la población andaluza con riesgo de pobreza y exclusión social. La exclusión social se ha agravado por la crisis que los que más la sufren  no han generado. En Sevilla capital hay 6 barrios desfavorecidos en grave riesgo de exclusión y pobreza. Actualmente la visión de la Estrategia citada es mejorar la integración de las zonas desfavorecidas en cada municipio, con un plan concreto, a través de actuaciones integrales, que incidan especialmente en la inserción de personas en el mercado laboral y en la mejora de resultados obtenidos por los dispositivos que prestan en la zona los servicios públicos propios del Estado de Bienestar. Los Ayuntamientos tienen mucho que decir y hacer. Pero a los pobres no les queda mucho tiempo, hay que actuar ya. Estamos en tiempo de e lecciones, los católicos no podemos quedar al margen, más allá de siglas, frases grandilocuentes o historias familiares pasadas. Se nos pide incidir en la mejora de las cosas.

Pensemos en quién se preocupa de los pobres y descartados, como dice el Papa Francisco, en sus programas electorales. La sociedad civil es un agente de cambio esencial, meditemos los católicos quien se preocupa de verdad por los desfavorecidos. Recomiendo leer el número 180  (semana del 18 al 24 de noviembre) de Iglesia en Sevilla, donde se nos recuerda que el Papa Francisco convoca a la Iglesia a la II Jornada Mundial de los Pobres, bajo el lema “Este pobre gritó y el Señor  lo escuchó”. ¿Qué partido político atiende mejor el grito de los pobres?

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