¡Qué bello es vivir!

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“¡Qué bello es vivir!” es uno de los grandes clásicos del cine navideño y merecía su lugar en esta sección. Estrenada en 1946, cuenta una historia conmovedora, que rebosa humanidad y toca la fibra espiritual del espectador. La hayas visto ninguna, una o muchas veces, es una cinta que vale la pena disfrutar y revisitar, porque nos recuerda el enorme regalo que supone la vida como don de Dios.

Fue la ópera prima de Frank Capra, un director de cine de origen italiano y católico. Aunque casi nunca hablaba de Dios directamente en sus producciones, sí lo hacía de forma implícita y así lo confesaba abiertamente. Él quería hacer películas al alcance de todos que, de alguna manera, reflejasen la bondad y la belleza de Dios. En “¡Qué bello vivir!” queda muy acentuada la virtud de la esperanza, tan relacionada con la fe y la caridad, subrayada en este caso particularmente en el amor por la familia.

Cuenta Capra que solía rezar antes de rodar cada escena y este es uno de sus trabajos donde mejor se intuye esta costumbre suya. Hay un hecho de su propia vida que parece guardar un cierto paralelismo con la trama de la película. Corría el año 1935 y Capra padecía una preocupante enfermedad que le impedía desarrollar sus capacidades como cineasta. En ese estado le visitó un misterioso personaje, que le recordó el precioso regalo de la vida y su responsabilidad como artista para hacer rendir los talentos que Dios le había otorgado. Esa visita le devolvió las ganas de vivir. Once años después estrenaba este filme.

“¡Qué bello es vivir!” narra la historia de un buen hombre que pasa por un mal momento y que llega a plantearse si tiene sentido su existencia. A punto de cometer una locura, aparece Clarence, un ángel que desea ayudarle y le muestra, tal como aquel personaje le recordó al propio realizador, la belleza de la vida y que estamos de paso para servir a los demás. “El que no vive para servir, no sirve para vivir”, afirmaba la Madre Teresa de Calcuta.

Los actores principales, Donna Reed y James Stewart, realizan un trabajo sublime interpretando a Mary y George, respectivamente. El resto del reparto no le va a la zaga, con unos espléndidos Lionel Barrymore, Thomas Mitchell y Henry Travers. Ganadora del Globo de Oro al mejor director y merecedora de cinco nominaciones a los premios Oscar, “¡Qué bello es vivir!” es una película que, incluso, mejora con el tiempo.

Guillermo De Lara

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