VIRGEN DE LA ALEGRÍA, NUESTRA SEÑORA DEL MAR Y VIRGEN DE LAS MARAVILLAS

La Reina de la Judería, hoy Barrio de San Bartolomé es el simulacro epítome de las Glorias sevillanas. Su nombre simboliza el júbilo primaveral que experimentamos con la Resurrección de Jesús y ese diálogo mudo de Madre e Hijo es fiel reflejo de cómo María guardaba en su corazón las enseñanzas de Jesús.

Como curiosidad, la Hermandad de la Virgen de la Alegría fue la primera en realizar un Rosario público por las calles de Sevilla, allá por 1690.

Nuestra Señora de la Alegría

En la Iglesia de la Misericordia, hoy regentada por hermanos hospitalarios de San Juan de Dios hay una desconocida Virgen de la Alegría, obra de Roque Balduque.

Pero más conocida es allí la Virgen del Mar, titular de la hermandad filial pues es patrona de Almería y goza de gran devoción, con un  retablo cerámico callejero.

“El Señor ha hecho en mí maravillas” proclama y agradece María en su Magníficat, al saludo de su prima Isabel cuando la visita. Es el canto repleto de alegría de quien lleva al Hijo de Dios en su vientre.

En las inmediaciones de San Luis, en la actual calle de San Blas hubo una hermandad de gloria por el siglo XVIII con esa advocación y en Triana también con referencias en 1675.

En la actualidad la Virgen de las Maravillas recibe culto en el colegio carmelita de la calle Pozo, en la Parroquia de Omnium Sanctorum donde es titular de la Hermandad del Carmen Doloroso y una bellísima talla de Duque de Luque es también titular de una agrupación parroquial.

 

 

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